Un exingeniero de Google es acusado de robar información para dos empresas chinas

Un exingeniero de Google, Linwei Ding, ha sido acusado por un jurado federal de San Francisco (Estados Unidos) de robar secretos comerciales en beneficio de dos empresas chinas. El escrito afirma que se han sustraído secretos fundamentales para la destreza de la inteligencia artificial (IA) de Google, e involucran hardware y software especializados que alimentan los centros de supercomputación de la compañía.

“La información robada tiene detalles sobre la arquitectura y funcionalidad de los chips y sistemas GPU y TPU, el software que permite que estos se comuniquen y ejecuten tareas, y el que organiza miles de chips en un supercomputador capaz de ejecutarse a la vanguardia de IA y aprendizaje automático”, ha señalado el tribunal.

Estados Unidos lucha por limitar el robo de propiedad intelectual

Según la acusación, una empresa tecnológica china pagaba 14.800 dólares al mes a Ding mientras todavía trabajaba en Google. Este sucede a otro incidente similar en mayo de 2023, cuando un exingeniero de Apple fue acusado de cinco cargos relacionados con el intento de robo de tecnología para el país asiático.

En febrero de 2023, la Administración Biden (EE.UU.) estableció la Fuerza de Ataque de Tecnología Disruptiva en respuesta a tales preocupaciones de seguridad. Este grupo de trabajo tiene como objetivo impedir la transferencia de tecnologías avanzadas a naciones como China y Rusia. El mes pasado se comunicó que este equipo se centraría en violaciones relacionadas con el uso o transferencia de IA.

Bloqueo de tecnología avanzada

Además de tomar medidas enérgicas contra el robo de propiedad intelectual, el gobierno de EE. UU. ha estado endureciendo las restricciones a la exportación de tecnologías avanzadas a China, lo que afecta particularmente a empresas como Nvidia y AMD.

Sin embargo, en agosto de 2023, el gigante tecnológico chino Huawei lanzó un nuevo teléfono inteligente equipado con un diseño de chip interno avanzado, superando los puntos de referencia tecnológicos que Estados Unidos había pretendido imponer para limitar los avances tecnológicos de China.

En octubre de 2023, la Oficina de Industria y Seguridad, dependiente del Departamento de Comercio, introdujo reglas actualizadas para reforzar los controles de exportación de semiconductores avanzados y equipos de fabricación relacionados, así como de artículos utilizados en supercomputación, para abordar las preocupaciones de seguridad nacional.

Un informe de Bloomberg también sugiere que el gobierno de Estados Unidos está presionando activamente a sus aliados, incluidos los Países Bajos, Alemania, Corea del Sur y Japón, para que endurezcan los controles sobre las exportaciones de tecnología de semiconductores a China.

El desafío para las empresas tecnológicas estadounidenses

Las restricciones estadounidenses han llevado a las principales empresas tecnológicas a realizar cambios en sus planes comerciales. Por ejemplo, empresas de semiconductores como Nvidia y AMD están diseñando chips de menor rendimiento específicamente para China que cumplirían con los criterios estadounidenses.

Sin embargo, incluso esto está resultando difícil ya que los últimos chips de AMD específicos para China se consideraron demasiado potentes para venderse. Las regulaciones también habían obligado a Nvidia a pausar sus operaciones y rediseñar su oferta a China, con el riesgo de afectar sus operaciones y ganancias de la región.

Algunos analistas se muestran escépticos sobre la eficacia a largo plazo de tales controles de exportación sobre China, sugiriendo que podrían impulsar inadvertidamente a este último a acelerar sus propias capacidades tecnológicas o podrían llevar a las empresas internacionales a buscar lagunas jurídicas.